Siempre he pensado que el fin no justifica los medios, es algo que trato de llevar impreso en mi forma de actuar. El problema de no respetar esa norma es que se puede ir de las manos, porque ¿dónde está el límite del medio para llegar al fin? Para algunos, la forma de conseguir las cosas a costa de todo tendrá un listón muy bajo, de manera que será fácil transgredirlo, y para otros estará más alto. La subjetividad del “medio” es lo que apoya, por eso, la máxima “el fin no justifica los medios”.
Cuando despidieron a la seleccionadora de natación sincronizada, me sorprendió, porque llevaba quince años al frente del equipo, habiendo conseguido las máximas cotas del deporte español, a saber, cuatro medallas olímpicas, veintiséis mundiales y veinticinco europeas.
Siempre he pensado que el fin no justifica los medios, es algo que trato de llevar impreso en mi forma de actuar.
Ahora, catorce nadadoras ya retiradas han firmado un manifiesto en la que dan su versión del motivo oculto de este despido. Según ellas Anna Tarrés – la seleccionadora sorpresivamente despedida- era una dictadora, una tirana, que se rodeaba de perfiles grises para que no destacasen más que ella, que fulminaba a quien pudiera hacerle sombra y practicaba abusos físicos y psicológicos – entiéndase abusos deportivos – contra las niñas – no son más que niñas – de la sincronizada. Si la carta es cierta, esta señora tachaba de gordas, zorras y todo lo que se le pasase por la cabeza a voz en grito a sus pupilas. Las machacaba incansablemente sin piedad y sus métodos de motivación dejaban mucho que desear.
Un buen líder es aquel que mediante el respeto hacia sus subordinados, se gana el suyo propio, el que motiva sin descalificar, el que no necesita gritar para hacerse entender.
Ana Tarrés sabría mucho de sincronizada pero nada de psicología. El pánico y el terror que debían sentir estas chicas era de tal calibre que solamente cuando la han destituido, algunas, y además, las que no están ya en activo, se han atrevido a denunciar en un manifiesto lo que venía sucediendo hacía años.
La inconmensurable Genma Mengual ha salido a la defensa de Anna, y ahora, esto puede derivar en una guerra de declaraciones donde solamente se tienen como pruebas las palabras de unas contra las de otras.
He conocido ha algunos mediocres que utilizaban esa táctica de rodearse de personas más mediocres aún que ellos para destacar, para conservar su parcelilla de poder intacta, su reino a salvo de extraños.
Pero el peor enemigo de los mediocres es su propia mediocridad, porque les estallará en las manos en algún momento, y no se puede mantener el bluff mucho tiempo.
Un buen líder es aquel que mediante el respeto hacia sus subordinados, se gana el suyo propio, el que motiva sin descalificar, el que no necesita gritar para hacerse entender.
Los extraordinarios resultados de la sincronizada española avalan a la exseleccionadora, no obstante, intuyo que en el fondo no es más que una mediocre que ha tenido la suerte de topar con un grupo de chicas extraordinario, que han sabido adaptarse al látigo y sacar lo mejor de sí mismas a pesar de los cuestionables métodos.
Sigo pensando que el fin no justifica los medios y creo que un Oro ganado a costa de la felicidad de las deportistas pierde todo su sentido, que es premiar los valores y el espíritu deportivo, no es más que un trozo de oro sucio.
Enlaces: